12.10.2007

La vida en media hora


Ayer atrasaron el reloj de Venezuela media hora. Llevaban hablando del tema bastante tiempo, de hecho, querían hacerlo el 23 de noviembre pero se ha armado tanto jaleo que lo han ido retrasando. Por cierto, ahora me acuerdo de este vídeo de la Noche Hache que tanta gracia me hizo:
Pero bueno, a lo que iba. El sábado en la madrugada cambiaron la hora y todos ayer dormimos 30 minutejos más.
Dicen que es para acogerse al meridiano que cruza toda Venezuela y para que amanezca más temprano porque las investigaciones apuntan a que el cerebro trabaja mejor si nos despertamos y ya ha salido el sol.
Sea por lo que fuere, la gente se ha liado un poco. En Europa que cambiamos dos veces al año la hora también nos pasa pero yo creo que como lo llevamos haciendo años nos hemos acostumbrado.
Ayer la tía de Jorge a eso de las 5 de la tarde le mandó un mensajito:
- Sobrino ¿me puedes decir qué carajo de hora es?- Ajajja, nos reímos mucho.
Otra de las versiones urbanas que no ha tardado en aparecer es que este nuevo horario favorece a los choros, o sea, a los malandros, a los ladrones porque al amanecer antes también anochece antes...y ya se sabe que de noche todos los gatos son pardos.
Lo que más me ha gustado de toda esta historia y lo que me ha motivado a escribir hoy es que me he encontrado en el messenger con Harry, uno de los amigos de aquí y en su nick había puesto "voy a dejar la hora tal cual está, así cuando llegue tarde me aliviaré al saber que tengo media hora más".
Y me he dicho ¡eureka!, he aquí la solución para la impuntualidad caraqueña.
Quizá me adelanté, aunque ya lo he comentado a todo el mundo mil veces. En Caracas (en todo el Caribe me arriesgaría a decir) existe una concepción distinta del tiempo...éste no se mide en horas, minutos y segundos sino en ratos, momentos, qué se yo...
- Nos vemos ahorita- es una típica manera de decir que lo mismo nos vemos hoy que dentro de 10 días.
Si tú quedas con un venezolano en Venezuela, (a excepción de Patricia y Jorge :-)) procura llegar mínimo siempre media hora más porque nadie es puntual.
Si tú quedas con un venezolano en Venezuela asume de antemano que puede llegar tarde o no llegar y que no te puedes enfadar primero, porque es tan común que si cada vez que pasa te enfadas te va a dar una úlcera seguro y segundo, porque siempre tendrán una excusa tan sumamente rebuscada como para ser cierta:
- ¡Chaaaama! Salí de casa hace dos horas pero la autopista estaba trancada, luego comenzó a llover y cerraron el metro, agarré un mototaxi y se le pinchó el caucho (la rueda) y me quedé sin batería justo cuando quería avisarte.
En fin, al final te ríes por no llorar y porque es gracioso, así son, qué le vamos a hacer...eso sí, si todos hicieran como Harry y dejaran el reloj tranquilo a lo mejor conseguían alguna vez, no siempre, pero alguna vez, ser puntuales.

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