11.21.2006

La ética del malandro

El otro día un conocido me contó:

"- Yo casi todos los días antes de entrar a trabajar paso por una panadería cerca del trabajo y me compro un pastelito (son como sanwiches de ojaldre con jamón, pollo, carne mechada, etc). El caso es que dos veces me pasó que en la puerta había un chamo ( chico en venezolano) ahí en medio de la calle tirado en el suelo y como me daba cosa verlo así le daba el pastelito para que lo comiera.
El otro día salí de trabajar tarde y tu sabes que esa zona no está muy buena, total, que esperaba en la parada de la camionetica cuando vi como se me acercaban dos tipos y pensé -me van a robar-. Al acercarse más, me di cuenta de que uno de ellos era el chamo de la panadería y al mirarme me dijo: -pana (es como tío en español de España) a ti no te voy a robar, tú eres el de los pastelitos-. Entonces le pregunté como se llamaba y desde entonces nos hicimos amigos y nos saludamos cuando nos encontramos y yo hasta le recomiendo que tenga cuidadito por ahí porque un día le va a pasar algo-".
La historia del malandro me ha dejado pensativa porque por un lado, me ha hecho pensar hasta qué punto cualquiera de nuestros actos puede tener repercusiones (si no hubiera sido sensible a las dificultades de los demás posteriormete le habrían atracado) y también me ha hecho pensar que todo ser humano, hasta los delincuentes (a los que nosotros siempre tendemos a ver como los malos malísimos de la película) tienen ética, (bastante particular, claro) la que desgraciadamente les ha dado su entorno.

2 comentarios:

Juan dijo...

Me parece una bonita historia, una buena idea para un cortometraje...jejejeje

Mikele dijo...

Los delincuentes, como dices, efectivamente no son TOTALMENTE malos y carecen totalmente antiéticos. Eso es importante recordarlo siempre.