11.10.2006

Poética del Caribe







Hace mucho, mucho tiempo, por ahí por el 1567 los españoles fundaron la ciudad de Santiago de León, llamada "Caracas" por el nombre de los indígenas que allí habitaban.

En 1700 y pico un obispo mandó excavar un hueco en todas las esquinas de la ciudad y poner en ellas santos y vírgenes (como era costumbre en la Europa católica).

Algunos años después, la gente pensó que ese sitio le correspondía a los líderes de la independencia y quitaron a los beatos.


Por último ni estos quedaron a salvo y las esquinas pasaron a tener nombres elegidos por el pueblo, un poco al azar, un poco por sucesos que allí acontecieron.

En la actualidad no son las calles del centro de Caracas las que tienen nombre, sino las esquinas. Es decir, si estás buscando una dirección por allí alguien te dirá: eso está entre la esquina del Pajarito y la de la Pelota. O bien, está entre la esquina del Guanábano y la del Platanal.

¿Cuántas historias se puede uno imaginar de por qué las esquinas tomaron ese nombre? Literariamente es un verdadero filón.


Llevo ya casi diez meses en Caracas y ahora es cuando comienzo a comprenderla, a sentirme en casa. Le estoy tomando mucho cariño porque pese a ser una ciudad muy dura y complicada también está llena de vida, de energía, de risas y diversión.

Demasiados lugares distintos, demasiados contrastes...de su belleza y fealdad saca Caracas su poética.

De eso y del tremendo caos que la caracteriza...las esquinas de Caracas son sólo una pequeña muestra del realismo mágico en el que vivo.

Como he estado enferma y super aburrida he comenzado este weblog para contaros algunas de las mil y una anécdotas que me suceden cada día. A ver si ahora que ya estoy mejor no soy vaga y lo continúo...

Un beso para todos los que me hayan leido por la paciencia ajjajaja
Lourdes

1 comentario:

Juan dijo...

¿Sabes? Me gusta mucho la forma en que defines Caracas, es muy gráfica, casi puedo imaginarme cada esquina, cada rincón del que hablas... Gracias por compartir tus experiencias. Te sigo leyendo.